viernes, 23 de enero de 2009

AMIGOS EN ACCION PARA QUE SE HAGA JUSTICIA

Antes que nada quiero agradecer a ALDO, amigo y colega de trabajo de LUIS quien me hace llegar estos links para que no bajemos los brazos y les copio algunas de sus palabras:¨... Espero ansiosamente que la llama no se diluya,para eso tenemos que triplicar la cantidad de gente en la marcha y darle un golpe fuerte a los medios.
Tenemos todos que tener fé, es la única manera que se cumplan los deseos...¨
Gracias Aldo por toda tu ayuda asi como a Roxy y a todos los que desde alli nos van actualizando!!.
Aqui va la nota:

Santa FeEL EX JEFE DE LA UR I SE SUMA A LA BRONCA POR EL CRIMEN DE UN COMERCIANTE“Los jueces no conocen los barrios”El comisario mayor Juan Ruiz, desplazado por Binner , acusó al Poder Judicial de estar “divorciado del pueblo”. Sostiene que 50 homicidios eran evitables porque sus autores deberían haber estado presos.Por Erica Rozek, desde Santa Fe17.01.2009 El comisario mayor Juan Ruiz era jefe de la Unidad Regional I, en Santa Fe, cuando en febrero pasado dijo que “los detenidos entran por la delgada puerta de la comisaría y salen por el amplio portón de tribunales”. Esa crítica le valió que el recién asumido Hermes Binner decidiera apartarlo del cargo. Tras el asesinato del comerciante Luis Filippi, en la mañana del jueves 8, ese debate recrudeció en la capital provincial. Los jóvenes de 17 y 20 años que cometieron el asalto mortal tenían antecedentes penales y habían estado detenidos hasta hace poco. Uno de ellos tenía permiso de salida de la cárcel donde cumplía una condena. Un año después, retirado de la Policía, Ruiz ve en el caso Filippi una confirmación de su aserto. Dice que no está arrepentido y que su advertencia se cumplió: “Entre 50 y 70 homicidios podrían haberse evitado porque sus autores tenían que haber estado presos, pero el Poder Judicial no lo dispuso así”, disparó el ex jefe policial.

Cuando una persona es apresada por un delito pasa sus primeras horas en la comisaría, mientras se inicia el sumario. Es común que esa situación se prolongue por meses, sin que el detenido sea procesado. Cuando finalmente es alojado en una prisión del Servicio Penitenciario ocurre lo que Ruiz cuestiona: “El juez de instrucción le pregunta al Servicio Penitenciario cómo se portó tal detenido por violación u homicidio, y le contestan que se portó muy bien; entonces el juez lo libera por buena conducta. Es ridículo. ¡Cómo no se va a portar bien entre cuatro paredes, custodiado por un hombre armado en cada garita!”, dijo a Crítica de Santa Fe.“La Justicia está divorciada del pueblo, no hay sintonía, parece que los jueces están en la estratósfera. Hay jueces que no conocen la tierra, no han caminado los barrios”.Carlos Iparraguirre, secretario de Seguridad de la provincia, señaló: “Es cierto que (los imputados en el crimen de Filippi) tienen frondosos antecedentes y unos apellidos que ya he escuchado en reiterados delitos”. El número dos del ministro de Seguridad, Daniel Cuenca, responsable político de la Policía, destacó que en el caso Filippi la fuerza “actuó al instante, como lo viene haciendo, y por eso tenemos las comisarías y cárceles colapsadas”. Pero insistió en defender el rumbo en materia de seguridad pública: “Estamos trabajando en la implementación del nuevo Código Penal y en la incorporación de nuevas tecnologías como el software de identificación de huellas dactilares”, apuntó.



Globo negro. Luis Filippi murió con tres balas en el pecho, en la puerta de su casa del barrio Barranquitas. Su hijo Américo, de 17 años, también fue baleado y quedó malherido. “Era un laburante. Estoy segura de que nadie se va a olvidar de él”, lanzó Cristina, hermana de la víctima, luego de la multitudinaria marcha que se realizó esta semana, en reclamo de justicia. Filippi era empleado de Telecom y vendía artículos de electrónica en su casa. Los delincuentes se presentaron como posibles compradores. No está claro aún cómo ocurrió, pero tras el desenlace, los asaltantes huyeron con una Play Station. La policía los detuvo a pocas cuadras. Al parecer, tenían una pistola calibre 22 y un revólver 38. “Los jueces que liberaron a estos asesinos nos tienen que decir por qué razón lo hicieron. No se entiende”, repite Cristina. El globo negro que aprieta contra su pecho es el símbolo del quinto homicidio que acaba de registrar la ciudad de Santa Fe en lo que va de 2009. El año recién empieza. Fuente: http://www.criticadigital.com.ar/index.php?secc=nota&nid=17335

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