domingo, 27 de abril de 2008

CUANDO ERAMOS CHICOS...

Colaboración de Alicia Giachino

Aquí transcribimos una carta que gentilmente nos mandó nuestra querida amiga Alicia. Se la envió su hermano a su compañero, en su exilio mitad voluntario y mitad forzoso.

Ya ves que pasa el tiempo y no escribo, mejor dicho lo que pasa es el tiempo y no escribo, pero la verdad es que cuando pienso en que ya es tiempo de ponerme a escribir estoy siempre lejos de la computadora y cuando estoy sentado a la computadora generalmente no tengo ganas de escribir lo que pensaba que debia, sino que no se me ocurre nada. Se que te queria hablar de sentimientos, de cosas de cuando eramos chicos, de las reglas infinitas de las bolitas (lado corredizo, rompe paga, cola, yo cante primero, etc...) de las bombas echas con polvora en la rosca de un tornillo, de los pomos de carnaval, del corso del barrio, de la zanja de la calle, el verdin que nos hacia caer de la bici, el potrero, la pelota de trapo.
Pero las enumeraciones son solo catalogos frios, los recuerdos asociados son la parte jugosa, parase con la bici arriba del verdin y hacer patinar la rueda con todo para mojar a nuestro mejor amigo con el agua sucia..., subirse al arbol de libustro con el canuto de un sifon para tirarle bolillitas a los que pasaban por la vereda...jugar al ring-raje, jugar a la guerra donde la parecita de mi casa era un fuerte impenetrable, esa fue mi infancia, calle de tierra, zanja, escarcha en invierno, mate cocido con tres galletitas en la escuela, cascarilla los dias de fiesta, una pileta de lavar en el piso del patio el lugar donde guardar los juguetes, barriletes de papel de diario con cola de trapos viejos, cazar mariposas con ramas de paraiso como simbolo unico de que el verano habia llegado, frasco lleno de bichitos de luz, carreras de bici alrededor de la manzana, picados interminables hasta que ya no se veia la pelota y mi vieja nos llamaba a cenar, esa es mi infancia. Y lo que no me acuerdo.
Vos, de que te acordas?
Fredy
Continuará...

Y vos, ¿qué recordás de tu infancia?

martes, 22 de abril de 2008

Nostalgia / Homesick / Nostalgie / Saudade

Muchas veces me pongo a pensar como será la primera noche, el primer desayuno, el primer atardecer de alguien que llega por primera vez a un país extraño para cambiar el rumbo de su vida. En esos momentos donde sentimos que nos hemos transportado a otra realidad ¿Tendrán miedo o estarán sumamente felices?

¿Cómo será el primer día de clase de un niño que debe comenzar en una escuela nueva, en un país nuevo? ¿Habrá podido dormir esa noche?
¿Cómo será el primer día de trabajo? En ese momento donde te dejan en tu escritorio, oficina, sala, etc. y ahí te quedas... solo. ¿Qué pensará en ese momento? ¿Pensarán “Me quiero volver” o “¡Lo logre!”?

Cuando hacen la primera llamada telefónica a sus familiares y la nostalgia les hace un nudo en medio del pecho, ¿Qué es lo que rescatan para poder seguir?

¿En que momento, por primera vez en el nuevo hogar se han sentido felices?

viernes, 18 de abril de 2008

Voyeurs

Televisión basura, mediática, cruel, picadora de carne, mercenarios del rating, sin cultura, berreta, de los 90, liviana, vulgar, popular, morbosa.

Día a día escuchamos estas definiciones sobre la televisión actual, que en realidad es la que nos acompaña hace varios años. Sin embargo, este fenómeno no es exclusivo de Latinoamérica. Parece que ya nos hemos acostumbrados a esta oferta y la miramos resignados. Mal de muchos, consuelo de tontos.

La televisión “inteligente y cultural” parece brillar por su ausencia y si la encontramos, en algún canal perdido del cable, suele ser con un tono elitista y superado que más que acercar, espanta.

Bailan, cantan, patinan por sueños inverosímiles, cámaras ocultas, chistes burdos, vidas privadas que se revelan ante los televidentes, talk shows, personajes mediáticos, tetas y culos siliconados, morbosidad de ver como un discapacitado hace el ridículo en un show amparado por un conductor cómplice y sin piedad, premios, sorteos, periodismo dependiente, programas deportivos que reportan a los poderosos del negocio casi mas rentable del mundo, culto a la belleza y la juventud, objetivos efímeros, consumo despiadado. Llame Ya.


¿Es el fin de la televisión? ¿El público consume porque le gusta? ¿O porque nadie ofrece algo mejor?

jueves, 17 de abril de 2008

AVANTI!

Me dijeron que hoy me levanté optimista. A esta altura de los acontecimientos nacionales y mundiales, ¿será un nuevo pecado capital?.
Es por ello que me dieron ganas de compartir lo siguiente para tratar de contagiar un poco:

"LECCION DE OPTIMISMO

DIJO EL ILUSTRE FUNDADOR DE LA UNIVERSIDAD DE LA PLATA:

Ya veis que no soy un pesimista ni un desencantado, ni un vencido, ni un amargado por derrota ninguna. A mí no me ha derrotado nadie, y aunque así hubiera sido, la derrota sólo habría conseguido hacerme más fuerte, más optimista, más idealista; porque los únicos derrotados en este mundo son los que no creen en nada, los que no conciben un ideal, los que no ven más camino que el de su casa o su negocio, y se desesperan y reniegan de sí mismos, de su patria y de su Dios, si lo tienen, cada vez que les sale mal algún cálculo financiero o político de la matemática de su egoísmo. ¡Trabajo va a tener el Enemigo para desalojarme a mí del campo de batalla!. El territorio de mi estrategia es infinito, y puedo fatigar, desconcertar, desarmar y aniquilar al adversario, obligándolo a recorrer distancias inmensurables, a combatir sin comer, ni beber, ni tomar aliento, la vida entera, y cuando se acabe la tierra, a cabalgar por los aires sobre corceles alados, si quiere perseguirme por los campos de la imaginación y del ensueño. Y después, el Enemigo no puede renovar su gente, por la fuerza o por el interés, que no resiste mucho tiempo; y entonces, o se queda solo, o se pasa al amor, y es mi conquista, y se rinde con armas y bagajes a mi ejército invisible e invencible."

(fragmento de una página del discurso de Joaquín V. González “La universidad y el alma argentina”)

¿Vos también sos optimista?, ¿cómo ves el futuro?

viernes, 11 de abril de 2008

¿Intelectuales modernos o viejos dinosaurios?

En plena semana de conflicto agropecuario en Argentina , dos intelectuales que alguna vez estaban unidos y ahora en veredas opuestas, tuvieron un enfrentamiento ideológico.
Los dos desde sus respectivos diarios, Beatriz Sarlo desde La Nación con su articulo
Fue una provocación y Juan Pablo Feinmann desde Pagina 12, respondiéndole en Logos brindaron su show.
En la era del poder mediático, los intelectuales de gran participación en la década del 60 y 70 han tomado sus posturas bien claras y separan las aguas.

En el mundo actual donde la mayoría de las cosas cotidianas se rigen por grupos económicos, números y divisas y la cultura esta en crisis, ¿Qué rol ocupa en la sociedad de hoy los intelectuales? ¿Son viejos dinosaurios de los 70 que no quieren ceder su espacio? ¿Dónde están los nuevos jovenes intelectuales?

miércoles, 2 de abril de 2008

La Ciudad de los Niños

Sentados en un bar, parados en el semáforo, caminando por alguna peatonal, a la salida del cine. A plena luz del día o bien entrada la noche. En cualquier rincón de alguna ciudad latinoamericana podemos encontrar a un niño pidiendo una moneda, ofreciendo su limpieza del parabrisas o vendiéndonos una flor.
Si queremos darles una moneda, alguien nos detiene diciendo que fomentamos de esta manera a la explotación y las mafias que usan a estos niños. Si les ofrecemos algo de comer, ellos generalmente se niegan porque precisan llevar dinero a los adultos que los controlan o a sus familias. Algunos los ignoran, y tal vez esto sea lo más cruel.
La pregunta es entonces, ¿Qué actitud tenés cuando se te acerca un chico de la calle?

Rincón de la memoria

Por Lorena

El fin de semana pasado estaba en la casa de mis padres mirando fotos viejas y libros de la primaria. Entre las fotos en blanco y negro y las hojas garabateadas de mi 1er grado, encontré una carta de mi hermano, desde Campo de Mayo, un día de marzo de 1982.

En esa carta el nos contaba, como podía, lo que estaban viviendo con sus compañeros. Lo que supuestamente debería durar poco venia para largo. Tenía hambre y extrañaba la familia, los mimos maternos, los amigos, su cama. Ese papel amarillento, me llevó a los recuerdos de mis seis años.

Me veo en el balcón de mi casa, mirando hacia la calle esperando ver a mi hermano de 18 años caminando por el asfalto, con su bolso al hombro, flaco, su cabeza rapada y su uniforme verde. Pero un día que tenía franco no vino. Y así otro día, y otro más. En la puerta del cuartel, una mañana que recuerdo fría, nos dijeron que estaban prohibidas las visitas y salidas y que los conscriptos tenían que estar disponibles para salir en cuanto fuese necesario “para el sur”. Nadie nos avisaba si ya habían partido para el sur o no. Por la tele pasaban canciones que recuerdo. “Hoy le escribí una carta, a mi querido hermano…. Mama me ha contado que el es un buen soldado que cuida las fronteras de la patria”. Me hacían llorar desconsoladamente. En la escuela “Islas Malvinas” (que ironía!) en el barrio de Mataderos, desde mi banco recuerdo oír entrar a la directora y decirle a la maestra “¡vamos ganando!”. Desde el colegio le sugirieron a mi mama que me lleve al psicólogo, que algo estaba pasando. Yo solo dibujaba a mi hermano con los brazos abiertos, llegando a casa. El finalmente no fue a la guerra. Tuvo suerte. Quedo “guardado” en Campo de Mayo, en el ultimo pelotón que quedo en el cuartel, hasta que terminó la guerra.

Definitivamente la Guerra de Malvinas es el hecho histórico que marcó a fuego mi infancia y mi vida adulta.